Por Horacio Nájera

Como parte de los festejos del 65 aniversario de los Tigres de la UANL, un emotivo video de apenas un minuto y 37 segundos en el que se narra la historia y el crecimiento del club se ha vuelto viral por la manera tan elocuente de celebrar los títulos del varonil y las bien llamadas amazonas.
En 97 segundos, el video lleva al espectador por un emocional recorrido por la historia del club en el que el guion, los rostros y las imágenes combinan los éxitos, las caídas y hasta la picardía del equipo con el tributo a quienes desde la tribuna y el micrófono contribuyeron a que la U de Nuevo León se convirtiera en un protagonista internacional.
Lastimosamente, a esta fiesta audiovisual no todos estuvieron invitados.
Es evidente que quien o quienes estuvieron a cargo del video no quisieron, no pudieron o nos los dejaron, incluir a Robert Dante Siboldi como figura relevante – y bien merecida- en la historia de los Tigres.
Alguien con peso dentro de la administración de Sinergia Deportiva cometió un error terrible, un insulto a la inteligencia y a la fidelidad de la afición incomparable al pretender borrar la presencia, las aportaciones y la mística de Siboldi.
Píldora para la memoria: Robert Dante fue uno de los pocos jugadores que, en el descenso a segunda división, decidió quedarse con el malogrado equipo y regresarlo a primera. Cuando el “Chima” Ruiz se estancó en la dirección técnica, y a punto de acabarse el torneo, Siboldi ya como técnico lo tomó y lo llevó hasta la octava en una final de revancha en tiempo extra ante las Chivas.
El berrinche o vendetta de la directiva o de alguien dentro de CEMEX muy apenas le dio para mencionar en el video al “Tuca” Ferreti, quien tampoco se fue en buenos términos del club a pesar de los títulos dejados en las vitrinas del equipo. Ya si de plano no incluyeran al técnico más exitoso de la historia, pues sería demasiado.
Las instituciones, los equipos siempre serán más grandes que las personas que los integran. Es reprobable y de muy poca ética pretender que nunca existió uno de los jugadores que en las malas demostró amor a la camiseta, y que como técnico regresó, supo recoger los pedazos, hacerlos funcionar y con coraje deportivo arrebatarle la copa a las Chivas en su casa y con su gente. El resultado allí está, y guste o no el individuo, lo que le dio al club no desaparece por capricho.
Pero bueno, que más se podría esperar de quienes toman decisiones en el club después de lo que ya se había visto.