Por Horacio Nájera
Que Veljko Paunovic se haya ido de Tigres no es sorpresa. Que Guido Pizarro sea el nuevo entrenador felino tampoco. En los dos casos, solo era cuestión de tiempo para que sucedieran ambos movimientos. Tristemente, lo que tampoco es novedad es el manejo tenebroso de la directiva universitaria, que ya suma seis técnicos desde 2021.
El video distribuido en redes sociales por el canal oficial de Tigres previo al juego contra Necaxa en el que se ve como el grupo de jugadores deja fuera al entrenador serbio al momento de la porra final es emblemático de lo mal que estaba la relación entre técnico y futbolistas. Esa, al menos hasta ahora, es la que parece ser la causa de que la era Pauno se terminara a medio torneo, aún y ganando.
Mucho se habla de que la columna vertebral veterana de los Tigres: Nahuel, Guido, Aquino, Carioca y Gignac se han ido adueñando del vestidor al grado de influir en las decisiones gerenciales del equipo. A como se ha venido manejando la directiva, puede ser que si los escuchen, pero quizá no tanto ni tan seguido.
Si hubo un momento en el que los jugadores se veían en comunión con su entrenador fue precisamente con el técnico que los hizo campeones, el mismo al que en circunstancias todavía oscuras despidieron después de darles un campeonato de liga y dos trofeos más.
Miguel Herrera, Diego Coca, Marco Antonio “Chima” Ruiz, Robert Dante Siboldi, Veljko Paunovic y Guido Pizarro. Como en botica, los Tigres han tenido entrenadores de todos colores y sabores. La realidad es que solo uno de ellos, llegando sobre la hora, les dejó trofeos en las vitrinas.
Es la hora de Guido Pizarro. Otra vez, de que iba a ser entrenador de Tigres no había duda. Lo que si inquieta es que llega apresurado, con los recambios generacionales sin terminar de consolidarse, no en sentido de comparación, más bien en la realidad que la cancha desnuda con brutal honestidad. Además, el estar a la sombra de una directiva que se maneja en la tenebra con resultados muy cuestionables no anticipa días soleados por venir.
Que ironías de la vida: un cabezazo de Guido Pizarro le quitó a Pauno la chamba con Chivas. En diferentes circunstancias, pero los protagonistas de la novela vuelven a ser los mismos.