El Sr. James Christopher Harrison descubrió en su juventud que su sangre contenía un anticuerpo que permite combatir la enfermedad de Rhesus, una forma bastante severa de anemia que puede ser mortal en recién nacidos. Desde entonces, se convirtió en donante de plasma, gracias al cual se fabricó un tratamiento.
Desde los 18 años hasta los 81, realizó 1268 donaciones de sangre, salvando a más de 2 millones de recién nacidos, al evitar que nacieran con la enfermedad de Rhesus.

